Gregorio Vidal (2021) “América latina: economia e desenvolvimento” Pensamento crítico latino-americano sobre desenvolvimento. Tahina Ojeda Medina y María del Carmen Villarreal Villamar (Eds.), CLACSO, FAPERJ y UCM, pp. 113-130
BITÁCORA MEXICANA 18 DE SEPTIEMBRE DE 2020
TEMA: PRESUPUESTO
Los alcances del plan de rescate económico en México por COVID 19
En América Latina ejecutar una política monetaria restrictiva como el medio eficaz y pertinente para controlar y reducir la inflación es una decisión que no se objeta entre las juntas de gobierno o en los consejos directivos de los bancos centrales. Directivos de los organismos financieros multilaterales y miembros de las juntas directivas de las calificadoras de riesgo y gran parte de la banca transnacional con sede en Estados Unidos comparten la misma opinión. En los círculos académicos del mainstreamse sostiene que el recurso a la política monetaria restrictiva es el único camino para controlar la alta inflación.
En el conjunto de estos ámbitos se afirma que es imprescindible observar resultados en materia de menor resiliencia en los mercados laborales para plantearse modificar las decisiones y proceder a una reducción sistemática de las tasas de interés de referencia. Jerome Powell, presidente del consejo directivo de la Reserva Federal de Estados Unidos, señaló en su discurso, en la reunión de banqueros centrales de Jackson Hole de agosto, que el fuerte crecimiento y el resurgimiento de la fortaleza en el mercado laboral podrían requerir una respuesta más contundente en materia de alzas en la tasa de interés de referencia.
En las mayores economías de América Latina, en el curso del segundo semestre del año 2021, se inició una política de incremento en las tasas de interés de referencia, incluso antes de que procediera de la misma forma la Reserva Federal de Estados Unidos. En Brasil, en mayo de 2021 la tasa de interés de referencia se elevó de 2.75% a 3.5%. Después los aumentos continuaron hasta alcanzar el 13.75% en agosto de 2022. En todo el periodo se sostenía que era la medida necesaria para enfrentar la inflación.
En Argentina el desarreglo monetario financiero es total desde tiempo atrás, con el añadido de inestabilidad cambiaria e incapacidad para hacer frente a compromisos en materia de deuda externa contratada durante el gobierno de Macri con el FMI. En México, Colombia y Chile los aumentos se presentan a partir del segundo semestre de 2021, acumulándose en Colombia y Chile más de 10 puntos de alza en la tasa de interés de referencia en algo más de un año.
A la fecha, no obstante que desde el segundo semestre de 2022 se observa una reducción en el incremento del índice de precios al consumidor, que se profundiza en el primer semestre del año en curso, únicamente el Banco Central de Chile ha realizado una reducción importante, de 175 puntos base de julio a septiembre de 2023, en la tasa de interés de referencia. En Brasil, Colombia y México se mantienen tasas de interés de referencia de dos dígitos, siguiendo las directrices que se llevan a cabo por los bancos centrales de Estados Unidos, Inglaterra y el de la zona del euro, entre otros países desarrollados.
En Brasil, desde hace meses el gobierno federal ha criticado la política monetaria ejecutada por el banco central sin lograr un cambio importante. En mayo del año en curso, cuando el comité encargado de fijar la política monetaria por cuenta del banco central de Brasil (COPOM) mantuvo sin cambios la tasa de interés de referencia, a las críticas del gobierno se sumaron las de organizaciones sindicales (Força Sindical y CUT) y empresariales (CNI).
El COPOM acordó una reducción de 50 puntos base en su reunión de agosto; no obstante, al argumentar su decisión señaló que se mantienen núcleos de inflación aún elevados y una resiliencia en los mercados de trabajo de diversos países, por lo que no hay garantía para avanzar en esta dirección. Reconoció que en el país el conjunto de indicadores económicos es consistente con una desaceleración, que no escapa a sus estimaciones.
En Colombia, la junta directiva del banco central decide mantener en el mismo nivel la tasa de interés de referencia sin considerar los señalamientos para que procedan de otra forma por parte del gobierno federal, de la asociación de empresarios y de la propia asociación bancaria. Según estos actores, la reducción en la tasa de interés de referencia es una medida necesaria para permitir el crecimiento de la economía, en tanto que los costos financieros actuales presionan a hogares y hacen inviables las inversiones para gran cantidad de empresas.
En la reunión de los banqueros centrales de Jackson Hole, Powell también señaló que los datos de los meses de junio y julio de reducción de la inflación subyacente son bienvenidos, pero dos meses de buenos datos son solo el comienzo. El énfasis sigue siendo, sin mediar alguna explicación, alcanzar el 2% que, según esta lectura, debe incluir el alza en los precios de lo que se mide con la inflación subyacente. Powell plantea el punto central que orienta las decisiones en materia de política monetaria cuando afirma que para lograr que la inflación vuelva a bajar de manera sostenible al 2% se requerida un periodo de crecimiento por debajo de la tendencia, así como cierto debilitamiento de las condiciones del mercado laboral.
La directora ejecutiva del Banco Central Europeo sostiene la misma opinión y, acorde con ese criterio, en la reunión del jueves 14 de septiembre la junta directiva de ese banco central decidió su décimo aumento consecutivo en la tasa de interés de referencia. El acto puede empujar con mayor fuerza a la recesión en varias economías de la zona o profundizarla en aquellas que avanzan en esa dirección, como en Alemania que registra dos trimestres consecutivos en el año con una variación negativa.
Todo indica que el debilitamiento de las condiciones del mercado laboral se acompaña de menor crecimiento o recesión. También que el alza en las tasas de interés plantea problemas para familias y actores sociales que dependen del crédito bancario. Pero también es un dato positivo para todos los que pueden realizar colocaciones financieras sin que estas graviten en sus gastos.
Para un reducido grupo de grandes colocadores financieros el criterio del nivel de la tasa de interés real no es la referencia pertinente. Para ellos es la tasa de interés pura y simple en tanto que mantienen en los circuitos financieros sus recursos sin tener que considerar regresos al mundo de la producción. Para este pequeño segmento de la población el presente es un tiempo de bonanza. Para los gobiernos de América Latina que intentan impulsar cambios para disminuir la desigualdad social, en cambio, es un momento de notables dificultades, es un tiempo de penurias.
Investigador mexicano destaca el modelo económico boliviano plasmado en el libro del presidente Arce
AGENCIA BOLIVIANA DE INFORMACIÖN.
La Paz, 12 de agosto de 2023 (ABI). – El investigador económico Gregorio Vidal resaltó este domingo la importancia del libro “Un modelo económico justo y exitoso”, escrito por el presidente Luis Arce, porque muestra las características del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) y sus resultados.
Vidal, profesor investigador titular del Departamento de Economía de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa de México, señaló que el texto debe ser estudiado y reflexionado por otros países.
“La evaluación de resultados está siendo mirando al pasado inmediato, porque se está confrontando con el desempeño de la economía y de la sociedad en Bolivia que se abre en 1985 y se cierra al inicio al inicio del gobierno del (ex)presidente Evo Morales y que es definido como el periodo neoliberal en donde se ejecuta otro modelo, viene el contraste de uno con el otro y se presentan los resultados de ambos”, explicó el especialista.
Los resultados muestran que hay una modificación “positiva” de la economía y también de la vida común de los bolivianos.
“La economía no es una ciencia que está preocupada por las curvas y dónde se cruzan los precios o cómo se alcanza cierta eficiencia económica y se avanza la productividad, hace parte del tema, pero parte sustantiva es como se produce y cómo se distribuye la riqueza y eso concierne a la vida de los habitantes de los espacios que constituyen esa economía”, manifestó.
Remarcó que los resultados del modelo boliviano se observan con datos y son “inobjetables” haciendo que se modifiquen de manera positiva y es por eso que el pueblo elige nuevamente el mismo camino cuando existe un cambio político.
“El libro reconoce, demuestra y presenta cómo la economía es ciencia social, son los actores sociales los que van definiendo el curso de la economía. No hay automatismos en economía, no hay elementos naturales, no hay los mercados que definen las cosas, eso es un ‘hermoso cuento’ que se nos presenta, porque cuando se deja actuar a ciertos grupos sociales alcanzan notables beneficios en decremento del bienestar de la mayor parte de la población”, manifestó.
Asimismo, señaló que para obtener eficacia en política económica se debe lograr acuerdos e interacción con el manejo de presupuesto y de finanzas públicas con las decisiones del Banco Central, colocando en mesa las prioridades desde una gestión pública integral.
“El libro se constituye en un método para seguir trabajando e indagando la sociedad hoy, y es otra de las virtudes del texto que, no está expuesto en una línea en particular sino es la concepción y la manera en la que se encaran los hechos económicos (…). El libro hay que leerlo y platicarlo, hay que apropiarse (de) su contenido, porque es una forma de entender mejor la economía porque vamos a tener más capacidad para influir en el curso futuro de esa economía y así todas la vamos construyendo”, sostuvo.
El presidente Luis Arce presentó ayer, sábado, su libro “Un modelo económico justo y exitoso. La economía boliviana 2006-2019”, en la Feria Internacional del Libro (FIL) de La Paz. La obra, que fue comentada por el profesor Vidal, está a la venta en el stand de la Editorial del Estado.
En su primera reunión del año, el Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal de Estados Unidos decidió un incremento de 25 puntos base en la tasa de interés de referencia para el mercado financiero estadounidense, a fin de encarecer el crédito y, con ello, frenar el consumo y, en consecuencia, la inflación. El ciclo alcista de la tasa de interés empezó en marzo de 2022 y posteriormente se acordó un continuo y drástico aumento que incluyó cuatro movimientos de 75 puntos base. La Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal asegura que la ejecución de esta política monetaria es el único medio para contener la inflación.
El índice de precios al consumidor (IPC) en Estados Unidos cerró el 2022 con un incremento de 6.5% con relación al año anterior. Sin embargo, este es el sexto mes consecutivo en que se observa una reducción en el indicador. Según diferentes estimaciones, es posible afirmar que el incremento en el IPC ha tocado techo y, como asevera el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la actualización de enero de 2023 de las perspectivas de la economía mundial, hay indicios de que el endurecimiento de la política monetaria está comenzando a enfriar la demanda y la inflación. No obstante, las cifras alcanzadas están muy lejos del objetivo del 2% y no existen indicios de que tal meta se logre antes de 2024.
Recientemente, el Sistema de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) señaló que los últimos indicadores apuntan a un moderado crecimiento del gasto y de la producción. Pero, por otro lado, la creación de puestos de trabajo ha sido sólida y la tasa de desempleo se mantiene baja. Partiendo de reuniones previas, la FED señaló que el incremento del desempleo y una menor fortaleza del mercado de trabajo eran necesarios para considerar que la política monetaria restrictiva estaba teniendo efectos relevantes. Por ello, sería imprescindible continuar con la ejecución de la política monetaria restrictiva, y con alzas de ahora en adelante, teniendo en cuenta el efecto acumulativo de la política monetaria implementada, la evolución económica y financiera, y el comportamiento del mercado de trabajo.
La puesta en marcha de estas decisiones implica una sistemática acción de la Mesa del Mercado Abierto en el Banco de la Reserva de Nueva York mediante operaciones de recompra de un día para otro. Es esta acción directa la que permite modificar las tasas de interés. Con medios propios y a partir de instrumentos definidos por cada uno de ellos, el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y el Banco Nacional de Suiza han estado aumentando sus tasas con miras a la necesidad de una política monetaria restrictiva para controlar la inflación. De hecho, se observa una relativa sincronía en los aumentos de las tasas de interés en ese grupo de países a partir de la decisión de la FED. Y en otras economías desarrolladas como las de Canadá, Dinamarca, Suecia, Noruega, Australia, Nueva Zelanda e Islandia hay procesos semejantes.
En América Latina, los bancos centrales de las principales economías también han decidido emplear alzas, incluso a un ritmo mayor. La decisión de la FED tiene un impacto en el conjunto de las economías más grandes y en gran parte de las economías de mercados emergentes y en vías de desarrollo. Un aspecto más importante aún es el establecimiento de las condiciones en que operan los mercados financieros de este conjunto de países y, por tanto, del conjunto del sistema financiero internacional.
Entre las principales economías, hay dos excepciones relevantes: Japón y China. El banco central de Japón no ha modificado su política monetaria y mantiene tasas de referencia cercanas al cero. En China, tampoco hay cambios en esta materia, y en un contexto en el que los precios y el crecimiento económico tienen comportamientos distintos al resto de las principales economías.
Las condiciones en las que operan los mercados financieros a escala mundial están definidas a partir de las decisiones de la FED. El alza de las tasas de interés de referencia no implica resultados negativos para todos. Además de los datos de diferentes informes sobre el incremento de la riqueza entre los millonarios del mundo como el de Oxfam o el del Credit Suisse, se agregan otros que están relacionados con el aumento de los beneficios de un reducido grupo de grandes empresas.
Las mayores ganancias, con respecto al periodo inmediato anterior, se dan en las grandes compañías petroleras, de alimentos y bebidas, incluyendo a las que participan en la intermediación de granos y fertilizantes, actividades que se destacan por el notable incremento de sus precios. También se reportan cuantiosas ganancias para los bancos y otras firmas de las finanzas.
El hecho es tan notable que varios Gobiernos de países desarrollados (por ejemplo, el de Estados Unidos) están planteando impuestos específicos para las grandes compañías. Un problema adicional, relevante en el caso de los países de América Latina, es el encarecimiento de la deuda y el incremento de la inestabilidad de sus mercados financieros. Los beneficios de algunos grandes financieros incorporan los réditos más altos pagados por la deuda de países de América Latina, destacándose en ello la deuda pública, aunque esté denominada en moneda nacional.
Los altos beneficios para algunos grupos muestran que bajo condiciones de inflación no todos pierden. Hay compañías que gozan de la capacidad de influir o de establecer los precios y, por tanto, de incrementar beneficios en este contexto. También hay firmas que pueden mover cantidades significativas de recursos y colocarlas en los mercados financieros, obteniendo, así, altos rendimientos por el aumento de las tasas de interés.
Algunas de estas firmas han actuado desde el principio del reciente proceso inflacionario, y han dado pie al incremento de los precios de los artículos que producen o comercializan para mantener sus beneficios. Esto, por el contrario, no se debe al incremento de la demanda y, menos todavía, a un exceso de crédito barato que propicie compras por encima de las capacidades de producción. Pero sí presenta una de las características que define a la inflación: la notable diferencia en el aumento de los precios entre distintas actividades que da cuenta de la redistribución de beneficios entre empresas y la merma diferenciada de la capacidad de gasto entre sectores de trabajadores y familias.
La inflación hoy, así como en el pasado, no es un problema monetario. Además, en el transcurso de los últimos meses el alza de la tasa de interés de referencia en Estados Unidos ha sido un medio para mantener la fortaleza del dólar, justo cuando las tensiones económicas y geopolíticas han aumentado, en particular frente a la economía de China. El alza de la tasa de interés por parte de los bancos centrales lleva a mayores beneficios para un reducido grupo de grandes corporaciones y es un medio para mantener la fortaleza del dólar.
Laboratorio Doc. “Dr. Enrique M. De la Garza Toledo”
Edificio “H, 2do. Piso
México: Economía y política económica, MESA POLÍTICA ECONÓMICA, en Coloquio Políticas Públicas 16 y 17 de noviembre 2022. Sala Quetzalcalli, Edificio H, segundo piso. (VIDEO)
Viernes 14 de octubre de 2022
Bitácora Mexicana
Peso-Dólar
Lunes 22 de Agosto de 2022
Enclave Política: Informe de Ayotzinapa
La inflación, el programa del gobierno federal y la política monetaria en México
En julio de 2022 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo una variación anualizada de 8.15%, la mayor en México en el siglo XXI. Los incrementos de los productos presentan notables diferencias, tanto entre los precios con alta volatilidad como los que registran comportamientos estacionales o dependen de medidas administrativas por cuenta de los gobiernos, como por el resto de los bienes y servicios. El aumento de productos de diversas ramas económicas es una característica de los procesos inflacionarios. Esto, debido a que la capacidad para fijar precios entre las diversas actividades económicas es notablemente diferente.
La inflación está presente en muchas economías. En Estados Unidos el aumento anualizado fue de 8.5% al mes de julio, mientras que en la zona del euro, el INPC tuvo un incremento anual de 8.6%. Y es que los intercambios entre las economías la alimentan. El ejemplo global más notable es el comportamiento de los precios del petróleo, el gas, la energía eléctrica y las gasolinas.
Los precios en estas actividades, con mercados de futuros con cuantiosas colocaciones financieras registran notables incrementos que se han acentuado debido a la invasión de Rusia a Ucrania. Los precios de los granos básicos también tienen alzas importantes, que también se vincula al conflicto bélico. Hay otros hechos que atienden a las condiciones de producción derivadas de la pandemia y que siguen influyendo en el aumento de precios como la producción y comercialización de los semiconductores (microchips). En América del Norte este es un problema que tiene mayor complejidad debido al recrudecimiento de las diferencias entre Estados Unidos y China.
En México, frente a este complejo escenario, se han tomado medidas para enfrentar la inflación en dos frentes. Por un lado, desde hace meses y considerando que el aumento del INPC es resultado de incrementos de demanda que incluyen un exceso de crédito o por lo menos un nivel notablemente inadecuado de la tasa de interés, el banco central ha estado incrementando la tasa de interés interbancaria a un día (tasa de referencia).
En diciembre el Banco de México decidió incrementar un 0.5% y posteriormente se realizaron aumentos semejantes. En junio y agosto se aplicó un alza de 75 puntos base en cada caso, situando la tasa de referencia en 8.5%. La Junta de Gobierno del banco central considera que esta acción de política monetaria es imprescindible para lograr que la trayectoria de la inflación converja con la meta de 3% en el primer trimestre de 2024.
El alza en la tasa de referencia implica un aumento en las tasas de interés de títulos de deuda pública como los Certificados de la Tesorería. En noviembre de 2021 el rendimiento promedio mensual de estos a 28 días fue de 5.05%. Para marzo fue de 6.31%, en julio llegó a 7.76%, mientras los CETES a 91 días pagaron 8.53%.
Las diversas actividades económicas están siendo afectadas de forma desigual, y como resultado de estas medidas, muchas de ellas de forma negativa. Además, persiste el diferencial con la tasa de referencia en Estados Unidos que es un dato para que los no residentes mantengan su tenencia de títulos de deuda en el mercado en México.
El gobierno federal, en una dirección distinta, decidió en mayo ejecutar el Paquete contra la Inflación y la Carestía (PACIC), que considera la producción, distribución y comercio exterior y otras medidas, e involucra a sectores empresariales y de la sociedad. El gobierno federal estima sus aportaciones en 1.4% del PIB. Destacan los subsidios al precio de las gasolinas, a la electricidad de uso doméstico y un conjunto de acciones que buscan avanzar en la seguridad alimentaria.
La parte medular de la acción del gobierno considera programas como Sembrando Vida o Producción para el Bienestar. Por ejemplo, el Programa de Fertilizantes implica la entrega a productores con actividad agropecuaria de pequeña escala. Las entidades federativas seleccionadas son Chiapas, Guerrero, Morelos, Puebla y Tlaxcala y los cultivos prioritarios: maíz, frijol, arroz y otros de alto impacto social o económico en la región.
El gobierno apoya manteniendo tarifas y peajes y ha realizado mejoras en la administración de aduanas y puertos marítimos, y eliminando temporalmente aranceles a la importación de productos básicos e insumos estratégicos. También se concertó con empresas productoras y comercializadoras un grupo de 24 productos que forman parte de la canasta básica para que tuvieran menores incrementos.
En julio, durante la presentación de la evaluación del programa, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, sostuvo que su ejecución evitó una mayor inflación que según sus estimaciones hubiese estado por encima de 10%. Los resultados en incremento en la producción de granos básicos, como en la producción de gasolinas y manejo diferente de la generación de electricidad no se alcanzarán en el año en curso.
Por otro lado, los mayores incrementos se han dado en productos agropecuarios (16.05%) y en alimentos, bebidas y tabaco (12.09%). Entre los menores incrementos están los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, con 4.76%; y vivienda y educación (colegiaturas) con 4.9%.
Los precios de los energéticos han implicado un menor incremento del INPC. Sin embargo, la estrategia aplicada por el gobierno federal no ha tenido un resultado semejante en los precios de alimentos. Tampoco se observan otras acciones del gobierno federal que en lo inmediato permitan disminuir las tensiones inflacionarias. Además, la inversión continúa estancada y las medidas tomadas por el banco central no han generado condiciones para que se modifique su desempeño.
Finalmente, si bien algunos sectores seguirán recibiendo transferencias desde el gobierno, las negociaciones salariales están teniendo incrementos equivalentes o por debajo del aumento del INPC y no hay nuevos proyectos de inversión que modifiquen favorablemente las condiciones de la ocupación y de las remuneraciones. Para la mayor parte de la población no se esperan buenas noticias en el corto plazo.
En menos de tres años la economía mundial ha cambiado notablemente. Al principio del cuarto trimestre de 2019 la debilidad del crecimiento era generalizada entre las economías avanzadas. Tras la crisis de 2008, la macroeconomía no llegó a alcanzar la estabilización y en Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y Japón los bancos centrales mantuvieron bajas tasas de interés de referencia, cercanas al cero, y en algún país fueron incluso negativas. Además, se ejecutaron programas de inyección de recursos en los sistemas financieros, la compra de títulos de deuda, y la denominada flexibilización cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) de los bancos centrales tuvo una notable dimensión. Así, la flexibilización de la política monetaria incluyó la denominada QE.
Con la pandemia de la COVID-19 y ante la drástica caída de los mercados de valores y de títulos de deuda en las principales economías avanzadas, la QE se profundizó, a la vez que se mantuvieron bajas las tasas de interés. En las economías de mercados emergentes se ejecutaron versiones específicas de la QE y entre los principales bancos centrales se realizaron operaciones de canje de monedas, principalmente de dólares por las monedas de diversos países para mantener la estabilidad monetaria.
La tesis defendida en los principales círculos académicos y en los organismos financieros internacionales de que la política monetaria es lo que permite llegar a la estabilidad y recuperar el crecimiento no solo se mantuvo, sino que se profundizó al extremo. El uso de la política fiscal fue puntual y principalmente de soporte o apoyo al consumo de grupos de la población o de segmentos empresariales para paliar la reducción de ingresos, y se mantuvo, así, la idea de considerar el equilibrio fiscal como variable clave.
En 2020 los mercados de valores se recuperaron y varios de los principales índices como el S&P 500, el Dow Jones 30 o el Nasdaq 100 llegaron a máximos históricos. También se recuperaron los mercados de deuda. A mediados de 2020 el FMI observó que la acción de los bancos centrales produjo resultados positivos, de forma tal que, en las economías con sectores financieros de importancia sistémica, los mercados de acciones se sobrepusieron.
En 2021 continuó el avance en los mercados de valores y hasta hace pocas semanas el Dow Jones, el Nasdaq y el S&P siguieron reportando máximos históricos. En el conjunto de la economía no existe una situación semejante. Para finales de 2021 aún no se llegaba a la recuperación continua de la economía mundial. Sin embargo, surgían nuevos problemas producto de la pandemia, como las dificultades en algunas cadenas de valor; el atraso en el transporte de mercancías, con saturación en rutas marítimas; las diferencias notables en la recuperación de algunas actividades económicas, e incluso la falta de algunos insumos importantes de ciertos productos.
En este contexto reaparecieron problemas inflacionarios y en un plazo relativamente corto los índices de precios al consumidor en las principales economías desarrolladas ascienden a cifras no vistas desde hace varios lustros.
En este marco, y para complejizar aún más la situación, se dio la invasión de Rusia en Ucrania, desatando una guerra con un alcance indefinido y con un impacto negativo inmediato en los precios de energéticos y algunos granos básicos. Los datos recientes sobre el conflicto bélico indican que puede prolongarse mientras que el Gobierno de Estados Unidos y el resto de los miembros de la OTAN buscan derrotar a Rusia a través de la ejecución de sanciones económicas y la dotación de armamento al Gobierno de Ucrania.
Sin embargo, la reacción de los organismos financieros internacionales, de varios de los más importantes bancos centrales y de ministerios de hacienda o finanzas de algunas economías avanzadas es totalmente convencional: más política monetaria. Se impone el recurso del alza permanente de la tasa de interés de referencia.
La Reserva Federal (FED) de EE. UU. empezó el 16 de marzo un ciclo de alza en las tasas de interés a corto plazo, con un aumento de 25 puntos base. Semanas después, el 4 de mayo y afirmando que es una medida para restaurar la estabilidad de precios, la FED incrementó medio punto a los tipos de interés y señaló que están sobre la mesa algunos incrementos semejantes en las próximas reuniones.
En México y Brasil, considerando la notable vulnerabilidad de sus mercados financieros y la dificultad para mantener los capitales en el país que detentan títulos de deuda del Gobierno federal y de las empresas, ambos bancos centrales vienen realizando desde hace meses algunas alzas mayores en su tasa de referencia.
En México, en noviembre de 2021 se fijó la tasa en 5% y para marzo de 2022 se había incrementado en 150 puntos base a 6,5%. En Brasil, se aumentó en 150 puntos base en diciembre de 2021. En marzo se hizo otro aumento y en el momento del que llevó a cabo la FED, el Banco Central de Brasil incrementó su tasa de interés en un punto porcentual hasta llegar a 12,75%.
Los aumentos en la tasa de interés se siguen sumando con el argumento de combatir la inflación, pero no se observan resultados positivos y, por el contrario, hay una disminución en las expectativas de crecimiento. El alza en la tasa de interés inhibe la actividad económica, lo que es una pésima noticia cuando la inversión tiene un comportamiento tan débil, en particular en países como México y Brasil.
XXII Seminario de Economía Fiscal y Financiera. Crédito Público y Privado: Experiencias Nacionales y Globales en la Crisis Actual
29, 30 y 31 de Marzo de 2022
Universidad Nacional Autónoma de México , Coordinación de Humanidades Instituto de Investigaciones Económicas, Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África
"participación" 29 de marzo de 2022: 13:00 - 14:00
MAGISTRAL 2
La QE y la perversión del crédito. Gregorio Vidal, Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa
Moderadora: Iris Guevara, Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM